Si tu hogar soñado no se ajusta a la oferta de vivienda que hay disponible y quieres construirlo desde cero, esto te interesa

Por Fernanda Hernández

Tener un hogar propio es uno de los objetivos principales para la mayoría de las personas, quienes idealizan lo que será su casa perfecta para ellos y sus familias, con un diseño específico, un determinado número de habitaciones, un jardín grande y otras características. 

No obstante, muchas veces la oferta de vivienda que hay disponible no se ajusta con aquel hogar soñado, y, entonces, muchos optan por construir su propia vivienda. Y, para ello, lo primero que se debe hacer es adquirir el suelo donde se ubicará la casa, ya sea un terreno o un lote residencial.

Por ello, en esta ocasión te explicaremos cuáles son las diferencias entre estos dos tipos de suelo y los factores que debes tomar en cuenta para evaluar cuál es la mejor opción para ti y tu bolsillo.

¿Cuáles son las diferencias?

La principal diferencia es que los terrenos generalmente no tienen urbanización ni construcción a su alrededor; además de que no necesariamente son de un solo uso, es decir que en ellos se puede construir una vivienda, un negocio o cualquier tipo de inmueble.

Por su parte, los lotes residenciales se ubican en zonas privadas que ya cuentan con planes de crecimiento, por lo que a su alrededor ya hay zonas comerciales y urbanas establecidas.

¿Cuál me conviene más?

Antes de decidir invertir en uno u otro, es importante tomar en cuenta algunos factores para saber cuál es la opción más conveniente:

• Ubicación: Es fundamental considerar la ubicación para saber si se ajusta a las actividades cotidianas.
• La zona: también es fundamental investigar los planes que se tienen para la zona donde se ubica el terreno o lote.
• Valor de la propiedad: En los terrenos, el valor depende de factores como el que tenga o no infraestructura o construcción; mientras que los lotes ya cuentan con urbanización alrededor, lo que aumenta su valor.
• Retorno de inversión: los terrenos dan oportunidad de generar dinero a largo plazo; y en el caso de los lotes residenciales, la inversión inicial se verá reflejada en un corto o mediano plazo.
• Mantenimiento: los terrenos no requieren mantenimiento, pero los lotes requieren de un mínimo mantenimiento en los primeros años.