Aquí te decimos algunos puntos que debes considerar para revisar tu vivienda tras un sismo y poder identificar los daños menores a los que podrían tener repercusiones más graves
Luego de que ocurra un sismo, es importante que revises tu vivienda para ubicar los posibles daños que pueda tener, ya que no todas las edificaciones cuentan con la misma resistencia ante estos fenómenos, por lo que hay que es bueno que una vez que el sismo ha pasado revises las instalaciones eléctricas, de agua y gas para determinar si existe el riesgo de que presenten alguna fuga o falla, ya que podrían generar algún incendio o inundación.
Revisa que los cilindros o tanques provisionarlos no presenten golpes o desprendimiento de pintura, ya que esto permite la corrosión. De igual forma, puedes colocar agua con jabón en las conexiones de gas, si observas burbujas será necesario que llames a un especialista.
En cuanto al agua, además de inspeccionar que no haya algún tipo de fuga, revisa que los accesorios de la caja de la taza del baño y el flotador funciones correctamente y que las cisternas se encuentren limpias.
Después, debes revisar los muros y columnas para identificar si hay fisuras o grietas, y detectar las que no pasen de la pintura o yeso, pues estas no afectan la estructura de la casa; para ello es importante que reconozcas cada uno de los muros que integran la construcción y verifiques que los de carga, así como trabes y columnas, no presenten cuarteaduras serias.
En caso de notar hundimiento o inclinación debe evacuarse el lugar, ya que es señal de que el suelo no es resistente, y solicitar una evaluación más completa por parte de Protección Civil.
Además, se recomienda que, después de un sismo, revises al menos dos veces al año tu vivienda para realizar los arreglos necesarios lo más pronto posible.
