Con referencia a la textura y los colores, la libertad es amplia; puedes utilizar todo lo que dé un equilibrio entre lo cálido y lo frio
Por Jacqueline Flores
Para muchos, la era hippie resultó un cambio en su forma de vida y en su forma de concebir el mundo. Artísticamente fue un movimiento de gran riqueza, su filosofía basada en el rechazo al materialismo, el respeto al medioambiente y anarquismo no violento, queda reflejada en su estilo, donde el color es la pieza clave.
Hoy te daremos buenas ideas de cómo puedes crear una excelente atmósfera de amor y paz dentro de tu habitación con los siguientes consejos de decoración.
Color y textura
La mezcla de colores vibrantes y textura, los patrones psicodélicos; estampados, almohadones, muebles y objetos reciclados, y la presencia de telas como utensilios decorativos, son algunos de los elementos indispensables para un estilo hippie llamativo y vistoso.
Se utilizan colores intensos y vivos, muchas veces llamativos, como el rosa intenso, azul oscuro, fucsia, verde, rojo o violeta; siempre combinándolos con colores neutros, en la gama de los grises, crema, blancos y negros.
Muebles y adornos
Una de las claves de la decoración hippie consiste en perder el miedo a mezclar todo tipo de estampados y texturas en cojines, alfombras, cortinas, mantas o textiles en general.
La naturaleza, el respeto por la tierra y los seres vivos es una característica importante. De ahí que también sea fundamental añadir como clave de la decoración plantas, piedras o minerales. El verde natural dará mucha vida y armonía a tu habitación.
En cuanto a los muebles, no es necesario tirar los que ya tienes a la basura, pero les puedes añadir, con tela y pintura, los colores necesarios para tener la imagen adecuada.
Dile adiós al soporte de tu cama y deja el colchón en el suelo. Podemos usar una cama más baja, con sábanas y cobertores de colores. Lo importante es que sea casual e informal, que dé ese aire alegre y despreocupado.
Para el piso, podemos poner alfombra de materiales naturales, en colores vibrantes, con texturas poco convencionales como peluche, henequén o trazos de telas de colores.
No olvides colocar cojines estampados por todas partes; en el sofá, en la cama y en el suelo de tu habitación.