¿Conoces qué es la cosecha de lluvia y sus beneficios?

Al tener un sistema de cosecha de lluvia, creas un hábito de cuidado del agua, pues estás al tanto de la cantidad de líquido que consumes

La cosecha de lluvia, es la forma en la que través de la recolección de lluvia puedes tener más agua para abastecer tu consumo. Puedes apoyarte de esta técnica para tener más agua, en especial si en la zona donde vives el abasto del líquido es escaso; además de que apoyas al medio ambiente al reducir el uso de pipas y bombas.

La captación pluvial no es una práctica nueva; diversos países la utilizan desde la prehistoria con el objetivo de abastecer el consumo de agua a través de la lluvia. Sin embargo, debes saber que no en todos los casos puedes instalar un sistema para la cosecha de lluvia.

¿Cuáles son los beneficios de la cosecha de lluvia?

Al utilizar esta técnica puedes beneficiar a la infraestructura hídrica. También puedes prevenir escurrimientos en drenajes y calles lo que provoca una disminución en la presión de tuberías, de esta forma vas a minimizar los riesgos de encharcamientos o inundaciones.

Respecto al medio ambiente, vas a provocar que el agua que tiene que ser transportada sea menor, reducirás el uso de bombas y pipas que contribuyen a la distribución de este servicio.

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En la parte económica, se trata de una inversión y a la larga, una recuperación. Necesitas una inversión inicial para la instalación del sistema para cosecha de lluvia. La zona y el consumo que hagas, el costo del líquido en donde vives, entre otras cosas, van a influir en el tiempo en que verás recuperada tu inversión; ahí comenzará tu ahorro. A pesar de ello, los beneficios al medio ambiente comienzan desde que inicias a utilizar la cosecha para tu consumo.

Sabemos que la calidad del agua no es la misma en todos los lugares, esto afecta a tu salud como consumidor, pero con la captación de lluvia vas a poder asegurarte de que la calidad es alta y es la misma, por ello, cuando tengas tu sistema instalado deberás darle mantenimiento.

Al hacer la cosecha creas un hábito de cuidado del agua. Debido a que estás al tanto de la cantidad de líquido que consumes, la que desperdicias y lo que cuesta volver a tenerla.