Come como chilango, conoce la guía de comida callejera en la CDMX

Come como chilango brinda información sobe la comida callejera y dónde encontrarla 

La Secretaría de Turismo de la Ciudad de México presentó el mini libro ‘Come como chilango, guía de la comida callejera en la Ciudad de México’. En esta edición, podrás identificar diversos tipos de comida y establecimientos dónde encontrarlos.

Nathalie Desplas Puel, titular de la dependencia, señaló que Come como chilango está dirigida principalmente a los turistas nacionales e internacionales que llegan a la CDMX. No obstante, cualquier persona puede utilizar la guía para descubrir nuevos lugares para comer y probar comida diferente.

Durante la presentación de la guía, Desplas Puel señaló que en la CDMX puedes encontrar 50,000 establecimientos de comida, de los cuales el 25% son alimentos en la vía pública. De modo que la comida callejera representa un impulso para la economía de la capital del país, la cultura chilanga, y es un elemento clave en el turismo.

¿Qué puedes encontrar en Come como chilango?

Karla González, directora general del Instituto de Promoción Turística de la Secretaría de Turismo, explicó que en la guía podrás encontrar información sobre comida callejera como tamales, atoles, dónde puedes encontrarla, etc.

“Come como chilango, guía de la comida callejera en la Ciudad de México muestra a los turistas nacionales y extranjeros las características que les permitan identificar los lugares donde los chilangos o capitalinos compramos y comemos nuestros alimentos enteramente saludables para comerlos sentados, de pie o mientras caminamos”, comentó.

Si quieres utilizar esta guía, ya se encuentra disponible en su versión digital. En el portal encontrarás comentarios sobre los platillos, cómo es su preparación y qué ingredientes puede incluir.

Asimismo, podrás encontrar consejos sobre cómo reconocer los establecimientos con mejor higiene. Además, los turistas extranjeros encontrarán reglas de conducta como no meterse en la fila, no tocar la comida con la cuchara de la salsa, ceder el asiento a quien lo necesite, nunca pedir prestado y dejar propina si el servicio le agradó.