Por: Alexa Trujillo
Con el paso del tiempo las personas que solicita un crédito hipotecario, logran finiquitar su pago y creen que con eso se finaliza el trámite, pero es importante hacer la cancelación de la hipoteca bancaria, sin ese proceso en un futuro no se podrá vender o rentar la propiedad y mucho menos solicitar créditos ofreciendo la casa en garantía.
Se necesita liberar las escrituras; cuando se firma el contrato de crédito, la propiedad queda en garantía y adquiere un gravamen (término de adeudos por créditos hipotecarios). Una vez terminado el pago de crédito, el gravamen debe ser cancelado ante el Registro Público de la Propiedad, así el inmueble queda libre de compromisos financieros.
Posteriormente, se debe tramitar la carta de cancelación. Se elige un notario para realizar las nuevas escrituras, después se le informa al banco que el crédito ha sido liberado, para que puedan anular la hipoteca. En un plazo máximo de siete días el banco debe estar entregando dicha carta.
También existe un proceso automático, el banco identifica los créditos hipotecarios liquidados e inicia el proceso de forma interna. El trámite no debe exceder 60 días naturales, ya que esté listo el banco le informa al cliente para que pase a recogerlo.
Si se vive fuera del país el trámite se puede hacer vía remota presentando los documentos necesarios, o sí el acreedor murió un familiar puede hacerlo adjuntando el acta de defunción.
El costo del trámite varía dependiendo del valor de la vivienda y de la ciudad en que se encuentre, pero en la Ciudad de México el costo ronda entre $3,500 y $7,500.
Si se obtuvo el crédito en cofinanciamiento la cancelación de la hipoteca procederá hasta que ambas partes hayan liquidado su parte; será necesario contar con las dos cartas de cancelación.