Cambiar el tono de las paredes, usar materiales con diferentes texturas o incrementar la luminosidad son algunas opciones   

Diego Rodríguez

Si tu cocina no es muy grande y el espacio se comparte con la sala, lo ideal es que consideres colocar una mesa plegable, lo que te permitirá tener espacio al término de cada comida.

En caso que tu cocina sea cerrada puedes tener más opciones para remodelarla, aunque muchas veces se prefiere colocar azulejo en los muros, también puedes aprovechar la textura y colores de algunos de ellos, sobre todo si tienes paredes son de ladrillos, con lo que se puede tener una mejor vista o colocar azulejos que también tengan texturas.

Considera también la iluminación, esto se puede mejorar no sólo con una lámpara que brille más, sino con una ventana más grande, esto puede ayudar a tener la sensación de contar con un lugar amplio, además permite una mejor ventilación para que los olores o el humo se vaya a otras partes de la casa.

Si quieres que la cocina esté conectada con tu comedor puedes considerar abrir un arco en un muro, sólo debes cuidar que no sea una pared que comprometa la estructura de tu casa, esto te da una gran oportunidad para elegir los materiales para forrarlo, ponerle una barra que sirva también para comer, entre otros usos.

Si tu presupuesto no es muy amplio, puedes considerar hacer un cambio en los colores y en los muebles que tienes, como alacenas o colocar repisas en las que puedas poner algunos de los utensilios que más usas, como jarras, vasos, platos, esto le dará otra vista a tu cocina y puedes hacer un contraste entre colores claros con brillantes.

Además de cambiar el color de tus paredes, prueba colocar algunos toques de decoración que hagan de este lugar un sitio más acogedor, como algunas fotografías, viniles, un pizarrón en el que puedas apuntar qué te hace falta en la despensa, alguna receta, el menú del día, alguna frase ingeniosa, entre otras cosas.