Así como la tecnología ha cambiado la forma en la que nos comunicamos y hacemos muchas de nuestras actividades diarias, también está cambiando nuestros hogares.

El primer cambio que seguro has notado es el cambio de conexión a internet por wifi, ahora puedes estar conectado desde cualquier punto de tu casa, esto acompañado de la amplia presencia de smartphones y tabletas llenas de aplicaciones.

Existen varios aparatos en el mercado para automatizar tu hogar. Entre los pioneros para regular el consumo energético, se encuentran los termostatos para calefacción que monitoriza la temperatura desde el teléfono móvil u ordenador; unos enchufes inteligentes para el encendido y apagado remoto que programan las horas de uso o predicen tu consumo; un sensor que informa sobre el estado de tus plantas; o unas bombillas que se accionan mediante ‘Bluetooth’.

En cuanto a la seguridad en el hogar, te aconsejamos un sensor de puertas y ventanas que ayuda a conocer qué ocurre en tu domicilio en cada momento; un sensor de temperatura y movimiento para detectar cualquier presencia anómala; un timbre con micrófono y vídeo para identificar en tu móvil quién llama; o una cerradura en la que el teléfono sustituye a la llave.

El móvil es probablemente el ‘gadget’ más importante para la mayoría de la población, pero hay que considerar que la tecnología empieza a incorporarse al cuerpo y a la vestimenta a través de ropa, pulseras, gafas y otros sensores.

La finalidad de estas prendas o complementos, que interactúan continuamente con el usuario y otros dispositivos electrónicos, es realizar alguna función específica para el día a día, el deporte o la salud. Por ejemplo, una pulsera podrá avisarte si se descontrolan las constantes de un familiar con problemas de salud.

Estos cambios han hecho que el concepto de casa inteligente no sea más una idea futurista e inalcanzable.