Los materiales reales, la imperfección y los efectos del paso del tiempo son la clave para aplicar una filosofía Wabi Sabi
El término Wabi Sabi proviene del término japonés que describe un tipo de visión estética basada en la belleza de la imperfección, rompiendo con muchas de las reglas de decoración pues se opone a la simetría absoluta, a desechar lo viejo y a mantener los estándares de perfección en todos los detalles.
La decoración Wabi Sabi busca enviar energía positiva a través de todos los medios posibles, en pliegues, dobleces y rugosidades naturales en tejidos o paredes, muebles y suelos. Las texturas oxidadas, arrugadas, decapadas o sin pulir juegan un papel importante en este estilo de vida.
La irregularidad y la asimetría añade valor, porque en la imperfección se encuentra la autenticidad. Puedes colocar vajillas artesanales, utiliza piezas de mobiliario con acabados rústicos, en todas las estancias o cuartos de baño incluidos.
Asimismo, puedes usar madera, vidrio, piedra, mármol, cerámica, hormigón y fibras vegetales como lino, algodón o mimbre. Coloca en alguna mesa o mueble hojas, piedras, conchas de mar o un jarrón de cerámica lleno de troncos y ramitas silvestres.
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En cuanto a las paredes para la decoración Wabi Sabi puedes aplicar colores neutros de la gama cromática basados en tonos claros, neutros o apagados. También se pueden dejar al descubierto, mostrando las grietas y el efecto del paso del tiempo.
En cada espacio de nuestra casa hay que dejar aire y conseguir que cada elemento existente cuente y sea realmente imprescindible. El fuego de la chimenea es un elemento Wabi Sabi en nuestro hogar que genera una luz hogareña que aporta vida y suaviza los contrastes.
